Me decía una amiga que conoce muy bien Praga que lo más atractivo de la ciudad no eran tanto los monumentos, sino callejear y disfrutar de los edificios y los paisajes de Praga. Estoy bastante de acuerdo en ello, pero tampoco está de más dar algunas ideas sobre los puntos más atractivos que ver en Praga.
Nove Mesto
Plaza del Antiguo Ayuntamiento (Staromestske namesti)
Es la plaza principal de la zona de Nove Mesto y uno de sus principales atractivos turísticos de Praga. Resulta muy notable llegar a una plaza tan grande y abierta situada en el corazón de un barrio de calles estrechas y recovecos y es una de las razones que convierten este lugar en el punto de encuentro habitual de la zona.
A su atractivo contribuyen también los dos enormes edificios que se alzan en dos de sus extremos: el Antiguo Ayuntamiento de Praga y la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, que destacan por la altura de sus torres. Más cercano a la tierra, el Reloj Astronómico también congrega siempre a su alrededor a numerosos grupos de turistas. Pero no son los únicos puntos de interés que podemos encontrarnos en este lugar turístico por excelencia de Praga, ya que también encontraremos otros edificios singulares, como la iglesia de San Nicolás, o prácticos, como la oficina de turismo.
El Antiguo Ayuntamiento es uno de los dos edificios que sobresalen del conjunto de la plaza. Su origen se remonta al siglo XIV y tiene tres grandes atractivos individuales: Por una parte, el interior del edificio en sí, al que se puede acceder con una visita guiada. Por otra- quizá la más interesante de las tres- la subida a la torre de 60 metros de altura desde la que se contemplan muy buenas vistas del centro de la ciudad. Además de éstas dos, en un lateral del edificio, en la zona de la Torre y no a mucha altura, aparece el reloj astronómico del siglo XV. A medida que se van acercando las horas en punto, grupos de turistas se congregan frente a él para ver el pequeño espectáculo de un carrillón por el que van pasando las figuras de los Doce Apóstoles frente a unos ventanucos en la parte superior del reloj.
La visita al Ayuntamiento y a la Torre son de pago, siendo más interesante la segunda de ellas.
En la plaza pueden visitarse también las dos iglesias góticas: la más grande de Nuestra Señora de Tyn y la más pequeña de San Nicolás. La primera de ellas destaca, sobre todo, por la altura de su enorme torre, mientras que la segunda llama algo menos la atención.
Museo judío: Sinagogas y cementerio judío de Praga
Otro de los grandes atractivos turísticos de la zona central Praga es la herencia judía que hay en la ciudad. Entre ellos destaca, sobre todos, el cementerio judío, ubicado en una pequeña parcela en el centro de Praga, alrededor del cual se agrupan varias sinagogas, en un complejo que se conoce como el Museo Judío de Praga.
El cementerio judío es el más antiguo de los que se conservan en Europa y en él se produjeron enterramientos desde el siglo XV hasta el 18. Llama muchísimo la atención la enorme cantidad de lápidas con caracteres hebreos que se apiñan en un espacio tan reducido. El suelo, incluso, esta elevado algunos metros sobre el nivel de la calle, ya que la falta de espacio hacía que fuera necesario poner más tierra sobre las tumbas anteriores para poder seguir haciendo enterramientos.
La vecina Sinagoga de Pinkas es un edificio vecino a este cementerio y, aunque su colección no es especialmente abundante, hay un par de cosas dignas de reseñar. Por una parte, impresiona la cantidad de nombres de fallecidos durante el Holocausto que aparecen en sus paredes y, por otra, llama la atención los dibujos de los niños sobre la vida en los guettos. Entre otras sinagogas cercanas, destacan especialmente la sinagoga Vieja-Nueva, que aún funciona como lugar de culto, y la Sinagoga Española, del siglo XVIII, que cuenta con un interior con techos en madera decorados con arabescos.
Para acceder a los diferentes lugares es necesario adquirir una entrada conjunta que da acceso al cementerio y a todas las sinagogas, menos la Vieja-Nueva, que se paga aparte. El precio estaba en el año 2011, al cambio, ligeramente por encima de los 10 euros.
Puente de San Carlos
El Puente de San Carlos sobre el rio Voltava marca el límite entre Stare Mesto, en la orilla este del río, y Mala Strana, en la orilla oeste. Este puente peatonal, con estatuas barrocas en sus pretiles, es otro de los lugares de mayor interes turístico que ver en Praga y suele estar abarrotado de turistas y pequeños puestos de venta de artículos diversos durante la mayor parte del día. Aunque es un sitio de paso entre los dos barrios más turísticos de la ciudad, se ha convertido en una atracción por sí mismo, con bonitas vistas tanto del castillo como del centro de Praga.
Mala Strana
Castillo
El complejo del Castillo es otro de los actractivos principales para ver en Praga. Está formado por varios edificios civiles y religiosos organizados en una pequeña zona amurallada situada en lo alto de una colina, con fantásticas vistas sobre el río Voltava y la parte más antigua de la ciudad de Praga. Entrar a la zona y pasear por ella es gratuito, pero para acceder a los lugares de interés es necesario pagar alguno de los dos tipos de entradas diferentes que se ofrecen: una básica, que incluye la Catedral de San Vito, la Basílica de San Jorge y el Palacio, por unos 10 euros; o la completa, que incluye todos los edificios y museos de la zona, por unos 15. Personalmente, los edificios de la entrada completa no me parece que merezcan demasiado la pena.
La Catedral de San Vito llama la atención por la gran altura de sus torres. Data del siglo XIV y está construida en estilo gótico. El interior es curioso de ver, sobre todo las esculturas y las vidrieras que están en la zona del altar mayor y en el pasillo o girola que tiene detrás. Se puede ver la Catedral por dentro desde una zona en la entrada donde no es necesario pagar, aunque sí lo es para poder moverse por su interior más cómodamente. No obstante, un residente en Praga nos comentó que si se alega que se va a rezar, permiten el acceso a la zona de pago.
Mucho más pequeña, aunque a mí me pareció más curiosa, es la Basílica de San Jorge, de estilo románico, a la que se le fueron añadiendo elementos con el paso de los siglos. Mucho más pequeña, más íntima, pero con frescos descoloridos en las paredes y un ambiente más recogido. Es el contraste con la enorme Catedral.
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La visita merece ser concluida en las enormes salas del Antiguo Palacio Real o en las exposiciones relacionadas de otros palacetes pequeños del recinto. También cerca, pero menos conocidos, son los jardines que están junto a las escaleras que descienden hasta el barrio de Mala Strana y desde los que hay vistas bonitas de la ciudad en un entorno tranquilo. Ideal para relajarse un momento.
Para llegar a la zona del Castillo, lo más habitual para los turistas es subir por las largas escaleras que parten desde el barrio de Mala Strana. Para quien no quiera hacer la subida, la opción es coger el metro hasta la estación de Hradcanska, que está a 10 minutos a pie, pero al mismo nivel de altitud que el Castillo.
Kampa
La Kampa es una de las zonas más tranquilas de Mala Strana. Se trata de una pequeña isla urbana separada del núcleo central del barrio por una pequeña lengua de agua del Voltava, pero que tiene un ritmo mucho más tranquilo que el del resto de la ciudad, con sus casas bajas, sus callejuelas adoquinadas y el parque que ocupa su zona sur, desde donde hay buenas vistas del río y de la zona vieja de Praga, en la otra orilla.
Otra opción para relajarse durante la visita disfrutando de una buena vista del río y la ciudad desde un parque es bajar a la isla de Strelecky, aislada en mitad del río, desde el Puente Legii, y sentarse en alguno de los bancos del pequeño parque.
Zona central de Mala Strana
Las calles cercanas a la plaza principal de la zona –Malostranske namesti- suelen ser también bastante pintorescas y están bastante transitadas por los turistas. Por una parte, son un cruce de caminos entre el centro de la ciudad antigua, el Puente de San Carlos y el Castillo, y por otra tienen también cierto atractivo paisajístico y pintoresco. En la zona se encuentran edificios oficiales importantes como el Parlamento o varias embajadas y tiene también mucha actividad de bares y restaurantes.
En la plaza tenemos como gran referencia la Iglesia de San Nicolás, mientras que si nos dirigimos un poco hacia el sur por la transitada calle Karmelitska –por donde, a diferencia de Stare Mesto, pasan bastantes tranvías- llegamos hasta la iglesia de Santa María de la Victoria, donde se muestra la imagen del Niño Jesús de Praga. La iglesia barroca es curiosa, pero una de muchas. Sin embargo, la imagen del Niño es venerada por muchos vistantes, ya que se le atribuyen propiedades milagrosas –como se puede atestiguar con las muchas placas de agradecimiento que se han colocado a su alrededor-. El Niño Jesús, como imagen, es bastante pequeño y está cubierto por un manto muy ancho y muy característico.
Nove Mesto, Vysehrad y Zizkov
Plaza de San Wenceslao y alrededores
La Plaza de San Wenceslao –Vaclavske Nameste, en checo- es el corazón de la Praga moderna. Se trata de una gran avenida-bulevar que comienza al final de la ciudad vieja y se prolonga por aproximadamente un kilómetro hacia el sureste, hasta el Museo Nacional, siendo el referente principal de la zona de Nove Mesto. Allí vamos a encontrarnos con tiendas, grandes almacenes, restaurantes y puestos de comida callejera, además de a mucha gente paseando. En su extremo podremos visitar el Museo Nacional y, frente a él, el memorial a las víctimas del comunismo y la enorme estatua ecuestre de San Wenceslao.
Desde allí, podemos pasear tomándole el pulso a la Praga moderna y comercial. Aunque podemos desviarnos para entrar en la Galería Novak y, desde allí, entrar en el escondido y tranquilo Jardín de los Franciscanos. Al final de la calle, además, ya limitando con Stare Mesto, parten de sus lados dos calles eminentemente comerciales como la 28 Rijna y, especialmente, Na Prikopé, donde podemos decir que está el corazón comercial de la ciudad, además de alguna atracción puntual como el Museo del Comunismo.
La estación de metro de Mustek es el punto clave que separa el bulevar y el centro histórico. En ella se cruzan, además, dos de las tres líneas de metro de la ciudad.
Vysehrad
La zona de Vysehrad está al sur de Praga, en la orilla oriental del río, algo alejada de los círculos turísticos habituales. Pero no por ello deja de ser un referente en la historia de Praga y una atracción turística más de la ciudad. En ella se cree que estuvo el origen de la ciudad y allí se conservan también algunos de sus edificios más antiguos.
Se trata de una pequeña colina que albergó durante su historia un palacio y que hoy aún conserva algunas iglesias y parte de las fortificaciones militares que se construyeron más adelante. Hoy es un pequeño parque en el que destacan tres edificios: la antigua capilla de la Rotonda de San Martín, la renovada iglesia de San Pedro y San Pablo y el cementerio, donde reposan los restos de intelectuales y personajes importantes de la historia checa.
Zizkov
No es, desde luego, la zona más turística de Praga, pero fue la recomendación sorpresa de un amigo que conoce bien la ciudad. Sobre todo, por dos lugares: el Museo del Ejército y la vecina colina donde se encuentra la estatua de Jan Zizka, importante personalidad en la historia checa. Desde lo alto de la colina se tienen, también, buenas vistas de este barrio de clase media/baja del este de Praga.